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domingo, 26 de marzo de 2017

Como afecta el consumo de lácteos y derivados para la diabetes II

Hoy continuamos con este interesante  artículo donde  analizamos como incide el tomar leche y lácteos de procedencia animal en el desarrollo de diabetes.
En el artículo anterior comentábamos que los bebes deberían de tomar al menos tres meses del pecho de la madre, y analizábamos el perjuicio que puede causar la toma de leche animal si se toma antes de este tiempo, llevando al bebe de carácter congénito a tener o reproducir diabetes del tipo 1, si sus predecesores ya tuvieron este síntoma de diabetes.
Se analizó a su vez que los países que más leche de vaca toman son más propensos a  padecer diabetes que los que apenas la toman, veíamos el caso de Finlandia y de Japón.
Veíamos las incidencias de la toma de leche en algunas enfermedades del tipo crónico, continuando con este análisis comentamos nuestro siguiente artículo.

Linfoma

Durante once años y medio se hizo un seguimiento a 15.914 personas en la ciudad de Noruega, la conclusión de este estudio es que todas aquellas personas que bebían dos o más vasos de leche al día ,reproducían cáncer con una incidencia de tres veces y media mayor en los órganos linfáticos.
[1] En la famosa revista de medicina The Lancet, sale el 27 de Noviembre de 1976 (página 1184), un artículo redactado por Allan S. Cunninghan, de Cooperstown (Nueva York) y titulado  «Linfomas y consumo de proteínas de origen animal”. Aquí Cunninghan analiza el consumo de carne roja y productos lácteos en gramos por día, en el periodo de un año 1955-1956, en quince países. Los resultados de este estudio son que : Nueva Zelanda, Estados Unidos y Canadá presentaban el consumo más alto, mientras que el más bajo se producía en Japón. La diferencia entre el consumo más alto y el más bajo era de casi treinta veces: 43,8 g al día en el caso de los neozelandeses, comparados con 1,5 en Japón. Cunninghan encontró una importante correlación positiva entre las muertes por linfoma y la ingestión de carne roja y lácteos en los quince países que analizó. La razón de la función de los lácteos es que el consumo de estos produce un estrés inmunitario crónico que tiende a provocar linfomas en los animales de laboratorio y, posiblemente, también en seres humanos. Sabemos que la ingestión de leche de vaca puede causar linfopatía generalizada, inflamación hepática, inflamación del bazo y una importante hipertrofia de las glándulas adenoides. Se puede plantear la hipótesis de que las proteínas derivadas de la carne suman su efecto cancerígeno general al efecto cancerígeno específico que los lácteos tienen sobre la linfa.

Cáncer de ovario

Se ha demostrado que beber más de un vaso de leche al día, o su equivalente, hace que las mujeres tengan un riesgo 3,1 mayor de desarrollar cáncer de ovario que aquellas que no consumen leche. En la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard se realizó un estudio en el que se analizaron datos de veintisiete países diferentes. Se encontró el mismo incremento en la cantidad de casos de cáncer de ovario relacionados con el consumo de lácteos. D. W. Cramer y otros investigadores informaron por primera vez de la relación entre el cáncer de ovario y los productos lácteos en The Lancet en 1989, cuando se sugirió que el consumo de lactosa podría ser un factor de riesgo alimentario para el cáncer de ovario.

[2] Más recientemente, los datos recopilados a partir del Estudio de Salud de las Enfermeras de Harvard se utilizaron para valorar el consumo de lactosa, leche y productos lácteos en relación con el riesgo de cáncer de ovario en más de 80.000 mujeres. Después de dieciséis años de seguimiento, se confirmaron 301 casos de un tipo especial de cáncer de ovario en este grupo de estudio. Los resultados mostraron que las mujeres que consumían más lactosa tenían un riesgo doblemente alto de padecer este tipo de cáncer de ovario que aquellas que ingerían menores cantidades de lactosa. Se sugirió que la galactosa (un componente de la lactosa) podría dañar las células de los ovarios, haciéndolos más propensos al cáncer.


[2] Más recientemente, los datos recopilados a partir del Estudio de Salud de las Enfermeras de Harvard se utilizaron para valorar el consumo de lactosa, leche y productos lácteos en relación con el riesgo En 2004, Susanna Larsson y sus colegas del Instituto Karolinska en Estocolmo, publicaron un estudio [3] en la revista American Journal of Clinical Nutrition en el que analizaron la relación entre el consumo de productos lácteos y de lactosa y el riesgo de padecer cáncer de ovario. [4]Larsson halló, en cambio, que el consumo de leche descremada se relacionó inversamente con el cáncer de ovario en los estudios de control de caso.
No se sabe exactamente cómo pueden los lácteos aumentar el riesgo, pero la lactosa produce galactosa y glucosa. Se piensa que la primera aumenta el riesgo de toxicidad directa sobre las células microbianas del ovario. En este estudio, en el que participaron 61.084 mujeres de entre treinta y ocho y setenta y seis años de edad, se evaluó su alimentación durante tres años. Después de trece años y medio, a 266 participantes se les había diagnosticado cáncer de ovario. Los resultados mostraron que las mujeres que consumían cuatro o más raciones de lácteos al día tenían un riesgo dos veces mayor de padecer cáncer de ovario, en comparación con aquellas que consumían pocos lácteos o que prescindían totalmente de ellos. La leche fue el producto que se asoció más sólidamente con el cáncer de ovario. "Aunque el consumo de leche puede aumentar el riesgo de cáncer de ovario, este tipo de cáncer es relativamente poco común", agregó Larsson. "En comparación, hay evidencia sólida de que el consumo de leche (y la alta ingesta del calcio presente en la misma) podrían reducir el riesgo de cáncer colon rectal, el cual es mucho más común que el de ovario. El consumo de leche descremada también podría reducir el riesgo de otras enfermedades, como la diabetes tipo 2 y la enfermedad cardiovascular".
Larsson no está recomendando a las mujeres que dejen de tomar leche. "Sin embargo, en el futuro, cuando sepamos más acerca de las interacciones posibles entre el consumo de leche y la susceptibilidad genética, podría ser que algunas mujeres tengan que dejar  de beber leche por un alto riesgo de desarrollar cáncer de ovario".
[5] Para saber más acerca del cáncer de ovario, visite la página Web de la American Cancer Society.

Cáncer de pulmón

En un estudio realizado por Curtis Mettlin, financiado por la Sociedad Estadounidense del Cáncer y citado en The International Journal of Cancer el 15 de abril de 1989, se mostró que las personas que bebían tres o más vasos de leche entera al día tenían dos veces más probabilidades de padecer cáncer de pulmón.[6]
Se ha documentado que existe relación directa entre la hormona somatotropina y el cáncer de pulmón, y entre éste y las dioxinas que contaminan la leche.

Cáncer de mama y de próstata

En 1989, la revista Cáncer informó que los varones que bebían tres o más vasos de leche entera al día tenían un riesgo 2,49 veces mayor de padecer cáncer de próstata. [7] En un análisis de Harvard realizado en 2001 acerca de la investigación, se dieron mayores detalles sobre el tema:
En doce de [...] catorce estudios de control de casos y en siete de [...] nueve estudios de cohorte [se ha] observado una relación positiva entre alguna medida de productos lácteos y el cáncer de próstata; este es uno de los indicadores alimentarios más constantes del cáncer de próstata en las publicaciones especializadas. En estos estudios, los varones que consumían las mayores cantidades de lácteos tenían aproximadamente el doble de riesgo de cáncer de próstata total y un aumento de hasta cuatro veces en el riesgo de cáncer de próstata metastásico o fatal en comparación con los sujetos que consumían bajas cantidades de lácteos. [8]
Los datos mundiales relacionados con los índices de cáncer de mama y de próstata en China, Japón, Inglaterra, Escocia y Canadá (obtenidos por la Agencia Internacional para la Investigación) y en Estados Unidos (por el Programa de supervisión de epidemiología y resultados finales del Instituto Nacional del Cáncer) corroboran los datos anteriores.
Los índices más bajos de cáncer de mama y de próstata se producen de manera constante en China y Japón, donde los lácteos y la carne se consume con poca frecuencia.
Si una mujer norteamericana viviera un estilo de vida japonés en la Hiroshima industrializada e irradiada, reduciría a la mitad o a un tercio su riesgo de contraer cáncer de mama a pesar de que estas ciudades fueron atacadas con armas nucleares. La conclusión es ineludible. Resulta claro que algún factor vinculado con el estilo de vida, pero no con la contaminación, la urbanización o el entorno, aumenta gravemente las probabilidades de la mujer occidental de contraer cáncer de mama.[9]
Un varón de raza negra en Estados Unidos tiene doscientas ochenta veces más probabilidades de contraer cáncer de próstata que un varón de la región rural de Quidong (China) y es setenta veces más proclive que uno del área urbana de Tianjin. Plant continúa: «Sabemos [...] que, cualquiera que sea la causa de la enorme diferencia en los índices de cáncer de mama y de próstata que existen entre los países orientales y occidentales, dicha causa no es de tipo genético. Los estudios sobre migración muestran que cuando las personas de origen chino o japonés se trasladan a Occidente, en una o dos generaciones, sus índices de incidencia y mortalidad atribuible al cáncer de mama y de próstata se asemejarán a aquellos de la comunidad anfitriona». [10].

Células purulentas

Un centímetro cúbico de leche comercial de vaca puede tener hasta 750.000 células somáticas (nombre común, «pus») y 20.000 bacterias vivas antes de que sea retirada del mercado. Eso asciende a la sorprendente cantidad de 20 millones de bacterias vivas y hasta 750 millones de células purulentas por litro. De acuerdo con Robert Cohen, autor de Don’t Drink Your Milk (No beba su leche), el litro promedio de leche en Florida tiene 633 millones de células purulentas, el más alto de Estados Unidos.
Montana presenta el índice más bajo, con 236 millones de células purulentas por litro. Esto no es algo saludable, independientemente de que se trate de 236 o de 633 millones. Además de células purulentas y sangre, que en la actualidad son normales en la leche ordeñada mecánicamente, la leche también contiene grandes cantidades de pesticidas, herbicidas, antibióticos, hormonas, yodo radiactivo y factores patógenos como el prion de las «vacas locas» y el virus de la leucemia bovina. Además, las investigaciones citadas por Robert Cohen destacan que el cuerpo humano puede contener hasta casi cuatro litros de moco, generado por el consumo de lácteos. El problema de la mucosidad se relaciona con el hecho de que la caseína, que es el ingrediente principal del pegamento para madera, constituye el 87% de las proteínas de la leche.

Estilo de vida estresante e hipertensión

Cuando el cuerpo está estresado, libera muchas hormonas que incrementan indirectamente la excreción de insulina y producen, también indirectamente, la resistencia a la insulina, que es un factor precursor de una fisiología diabética. Estas hormonas liberan energía en forma de glucosa y grasa, que se pone a disposición de las células del cuerpo. Estos elementos suministran combustible para lo que se conoce tradicionalmente como la reacción de «pelear o huir». Con el estrés, se incrementa la secreción de catecolaminas (adrenalina y compuestos químicos semejantes a ella) especialmente por parte de las glándulas suprarrenales, lo que genera un aumento en la liberación de glucosa del hígado hacia el flujo sanguíneo, así como de los glucocorticoides u hormonas esteroideas segregadas por las glándulas suprarrenales y la hormona del crecimiento producida por la glándula pituitaria. Se sabe que el estrés extremo durante varios meses seguidos, así como la depresión, provocan el inicio de una fisiología diabética. En Estados Unidos, el 62,5% de los adultos con diabetes dijeron tener hipertensión.

Cándida

La cándida también se relaciona comúnmente con la diabetes y es un síntoma más amplio de una alimentación y de un estilo de vida diabetogénico y relacionado con la Cultura de la Muerte. La cándida es un parásito fúngico que excreta residuos tóxicos que pueden unirse al flujo sanguíneo y provocar síntomas de inflamación, pensamiento confuso, depresión, diarrea, agotamiento, halitosis (mal aliento), dolores menstruales, aftas, recuerdos poco claros, infecciones recurrentes vaginales o de la vejiga, ansiedad, estreñimiento o diarrea (o ambos), depresión, sensibilidad ambiental, fatiga, empeoramiento en días húmedos o bochornosos, o en lugares mohosos, sensibilidad a ciertos alimentos, insomnio, índice glucémico bajo, cambios repentinos del estado de ánimo, síndrome premenstrual, zumbido en los oídos y sensibilidad a los perfumes, cigarrillos u olores textiles. Las dietas altas en almidones cocinados (pan, patata horneada, pasteles, galletas, pasta) y las cargadas con azúcares refinados o derivados de frutas híbridas (sin semilla) alimentan a la cándida. La diabetes, con sus altos índices de glucemia, hace que las personas sean buenas candidatas para padecer candidiasis.

Depresión

De acuerdo con una evaluación de veinte estudios realizados durante los diez años anteriores, el índice de prevalencia de personas con diabetes que padecen depresión grave es entre tres y cuatro veces mayor que en la población general. Mientras que la depresión afecta a entre un 3 y un 5% de la población en un momento dado, este índice es del 15 al 20% en los pacientes con diabetes, de acuerdo con la Asociación Estadounidense de la Diabetes. Las mujeres en particular presentan un mayor riesgo, según otros estudios. [11]
Durante años se ha manejado la hipótesis de que la depresión es una complicación de la diabetes, lo cual es casi seguro dado que la dieta y el estilo de vida diabetogénicos son la misma dieta y estilo de vida que producen un cerebro biológicamente alterado, deficiencias de ácidos grasos, de aminoácidos y toxemia, y por lo tanto, provocan depresión. Sin embargo, las investigaciones más recientes señalan la depresión como una posible causa o factor desencadenante de la diabetes. Varios investigadores del Centro Kaiser Permanente para la Investigación de la Salud, en Portland (Oregón), estudiaron a 1.680 miembros con diabetes de su organización para el mantenimiento de la salud. Encontraron que, en comparación con las personas sin diabetes, aquellas que la padecían tenían mayores probabilidades de haber recibido tratamiento para la depresión en un lapso de seis meses antes de que se les hubiera diagnosticado diabetes. Aproximadamente el 84% de esas personas con diabetes también informaron haber sufrido un índice mayor de episodios depresivos anteriores que el grupo de control. Gregory Nichols, investigador del Centro Kaiser que dirigió el estudio, dijo que este indica que la depresión precede frecuentemente al inicio de la diabetes, en lugar de lo contrario. [12]
En un importante estudio realizado en 2004 por la Universidad Johns Hopkins y otros centros se hizo un seguimiento durante seis años a 11.615 adultos inicialmente no diabéticos, con edades de entre cuarenta y ocho y sesenta y siete años, y se descubrió que «los síntomas depresivos pronosticaron la aparición de la diabetes tipo 2». En análisis prospectivos, después de ajustarlas según la edad, el origen étnico, el sexo y el nivel educativo, las personas que se hallaban en el cuartil más alto de síntomas depresivos presentaban un aumento del 63% en el riesgo de contraer diabetes en comparación con aquellas que se encontraban en el cuartil más bajo.[13]

Notas y referencias
[1] Ursin, G., Bjelke, E., Heuch, I., et al. «Milk consumption and cancer incidence: A Norwegian prospective study». Br J Cancer, 1990, 61: 456-459.
[2] Cramer, D. W., Harlow, B. L., Willett, W. C., Welch, W. R., Bell, D. A., Scully, R. E., Ng, W. G. y Knapp, R. C. «Galactose consumption and metabolism in relation to the risk of ovarian cancer». The Lancet, 1989, 2 (8654): 66-71.  
[4] Este nuevo meta-análisis aparece en la edición en línea del 5 de agosto del International Journal of Cancer.
[6] Mettlin, C. «Milk drinking, other beverage habits, and lung cancer risk». Intl J Cancer, 15 de abril de 1989, 43 (4): 608-612.
[7] Mettlin, C., Selenskas, S., Natarajan, N., et al. «Beta-carotene and animal fats and their relationship to prostate cancer risk. A casecontrol study». Cancer, 1989, 64: 605-612.
[8] Chan, J. M. y Giovannucci, E. L. «Dairy products, calcium, and vitamin D and risk of prostate cancer». Epidemiol Revs, 2001, 23: 87-92.
[9] Plant, J. A. The No-Dairy Breast Cancer Prevention Program. Nueva York: St. Martin’s Press, 2001, p. 74.
[10] Plant. The No-Dairy Breast Cancer Prevention Program. p. 75. Citado en Kliewer, E. V. y Smith, K. R. «Breast cancer mortality among immigrants in Australia and Canada». J Natl Cancer Inst, 1995, 87 (15): 1154-1161. Ver también Cancer Research Campaign. «Factsheet 6.2, Breast Cancer-UK». 1996.
[11] McManamy, J. «Depression and diabetes». http://www.mcmanweb.com/article-42.htm.
[12] «Scientists examine link between diabetes, depression». San Antonio Express News, 16 de junio de 2000.
[13] Golden, S. H., Williams, J. E., Ford, D. E., et al. «Depressive symptoms and the risk of Type 2 diabetes». Diabetes Care, 2004, 27: 429-435.




sábado, 25 de marzo de 2017

Como afecta el consumo de lácteos y derivados para la diabetes


En este artículo vamos a analizar como incide el tomar leche y lácteos de procedencia animal en el desarrollo de diabetes.

La Academia Estadounidense de Pediatría en 1994 decidió alentar encarecidamente a las familias el no alimentar con leche de vaca a los niños con posibilidad de tener genéticamente  desarrollo de  la diabetes juvenil y su incidencia con el consumo de este lácteo o derivado durante al menos dos años, donde estudiaron y comprobaron que los niños con tendencia genética hacia la diabetes (haber tenido un familiar que haya parecido estos síntomas, tienen un índice de once a trece veces más alto en contraer diabetes juvenil (tipo1), que los niños que son alimentados con la leche del pecho maternal al menos durante tres meses.
La razón para hacer esta consideración es que en la leche de Vaca existen más de 100 antígenos, dentro de ella.
De acuerdo con un estudio realizado en 1999 y publicado por Outi Vaarala en la revista Diabetes, los investigadores encontraron hasta ocho veces el número de anticuerpos contra la proteína de la leche en los niños que consumían productos lácteos, quienes también contrajeron diabetes juvenil. [1]
Es Finlandia el  país que consume más  leche del mundo, a su vez  presenta el mayor índice per cápita de diabetes insulinodependiente tipo 1 del mundo. [2]
Se da la circunstancia científica ,que los anticuerpos para los antígenos de la leche reaccionan de forma cruzada con las células beta del páncreas, lo que produce inflamación, que a su vez destruye las células beta y cicatrización. Esto conlleva la consecuencia de bloqueo, y de producción de insulina, por parte de las células beta.
El New England Journal of Medicine en el año 1992 informó sobre un estudio realizado en Finlandia, en el que participaron niños de entre cuatro y doce años de edad. Los investigadores compararon los anticuerpos en estos niños con la ASB (albúmina de suero bovino). Cada uno de los 142 niños con diabetes juvenil mostró un recuento de anticuerpos mayor que 3,55, mientras que ninguno de los 79 sin diabetes presentó un recuento de anticuerpos de más de 3,55. La ausencia completa de superposición de anticuerpos en el suero de estas dos poblaciones llevó a realizar varios estudios muy útiles para comprender la relación entre el consumo de leche de vaca y la incidencia de la diabetes juvenil.
Se realizó un estudio en Chile donde se encontró que los niños genéticamente susceptibles de padecer la enfermedad que fueron destetados demasiado temprano (antes de los tres meses de edad) y alimentados con leche de vaca tenían un factor de riesgo de padecer diabetes juvenil 13,1 veces mayor que los niños sin herencia genética o que consumieron leche materna durante al menos tres meses.[3]
Así mismo se realizó otro estudio en Estados unidos de características similares y estudiando la misma simbología donde se apreció que los niños con genética de diabetes, que fueron destetados antes de los tres meses, comenzando a tomar leche de vaca presentaban una prevalencia 11,3 veces mayor de padecer diabetes tipo 1 que aquellos sin una tendencia genética y que consumieron leche materna durante al menos tres meses. La opinión estadística general es que cualquier dato que sea de tres a cuatro veces superior a la media constituye un hallazgo importante. [4]
Si se compara gráficamente el grado del consumo de leche desde el nacimiento hasta los catorce años de edad con el inicio de la diabetes tipo 1, podrá observarse la correlación entre el consumo de leche y la diabetes tipo 1. [5]
No es accidental que los niños japoneses, que presentan el más bajo consumo de leche, tengan 1/36 parte de la incidencia de diabetes tipo 1 de los niños finlandeses, que presentan el más alto consumo de leche.
Los resultados en conjunto indican claramente que la leche de vaca, en especial en los niños que son genéticamente susceptibles y que son destetados antes de tres meses, aumenta de manera importante el riesgo de desarrollar diabetes tipo 1. El consumo de leche produce muchos otros problemas de salud, aparte del referente a la diabetes.
Alergias e intolerancia a la lactosa
La leche de vaca es la principal causa de alergias a alimentos entre bebés y niños, de acuerdo con la Asociación Gastroenterológica Estadounidense. [6] La mayoría de las personas empiezan a producir menos lactasa, la enzima que ayuda a digerir la leche, a una edad muy temprana, generalmente los dos años. Esta reducción puede causar intolerancia a la lactosa. [7] Millones de estadounidenses son intolerantes a la lactosa y se calcula que el 90% de origen asiático y el 75% de los nativos y afro estadounidense sufren este padecimiento, que puede producir inflamación, gases, calambres estomacales, vómitos, dolores de cabeza, sarpullidos y asma. [8] En varios estudios también se ha encontrado que el autismo y la esquizofrenia infantil podrían estar relacionados con la incapacidad del cuerpo para digerir la caseína, que es una proteína de la leche. Los síntomas de estas enfermedades disminuyeron o desaparecieron en el 80% de los niños que consumieron una dieta libre de lácteos. [9] En un estudio realizado en el Reino Unido se mostró que las personas que sufrían arritmia cardíaca, asma, dolores de cabeza, fatiga y problemas digestivos «mostraron mejoras notables y a menudo completas en su salud después de eliminar la leche de su alimentación». [10]
Osteoporosis
En un importante estudio en el que participaron más de 75.000 enfermeras estadounidenses llevado a cabo por  Walter Willett, presidente del  Departamento de Alimentación de la Facultad de Salud Pública de Harvard, se pudo saber que las mujeres con mayor consumo de calcio procedente de productos lácteos, padecían más fracturas que aquellas que consumían menos leche.
Citando un estudio publicado en 1980 en la revista Clinical Orthopedics and Related Research, Mark Hegsted, de la Universidad de Harvard, señala que en Estados Unidos y en los países escandinavos se consumen más productos lácteos que en cualquier otra parte del mundo, pero sus habitantes tienen los índices más altos de osteoporosis. [11] Como se indica en Conscious Eating y en American Journal of Clinical Nutrition, existe un problema de exceso de proteínas en la alimentación. Este exceso de proteínas de origen animal produce acidez y un alto contenido de fósforo que extrae el calcio de los huesos, una razón más que comprensible  de por qué las personas que consumen más lácteos tienen los índices más altos de osteoporosis. En un estudio publicado en 1985 en The American Journal of Clinical Condition se sugiere que los productos lácteos no ofrecen ninguna protección contra la osteoporosis, probablemente debido al alto contenido de proteínas de la leche. [12] La conclusión es que la deficiencia de calcio no es una amenaza para cualquier persona que consuma alimentos preparados con ingredientes de origen exclusivamente vegetal. De hecho, el consumo inadecuado de calcio no parece ser un problema en absoluto. Una profunda evaluación del tema, realizada en 1976 en la revista Postgraduate Medical Journal reveló que la deficiencia de calcio provocada por cantidades insuficientes de este mineral en la alimentación es absolutamente desconocida en los seres humanos. [13]
Cáncer
Diversas  investigaciones llevadas a cabo  por  todo el mundo concluyen, dentro de  las categorías de cáncer, que el consumo de carne y lácteos se relaciona con índices más altos de los principales tipos de cáncer, como el de mama, de colon, de próstata, de páncreas, linfático y de ovarios. Las proteínas de origen vegetal, que ocupan un nivel más bajo en la cadena alimenticia, parecen tener una menor correlación con el cáncer. En The China Study (El estudio de China) se llegó a la conclusión de que las personas que consumían más alimentos de origen vegetal tenían mejor salud y presentaban los menores índices de enfermedades crónicas. Lo más importante es que estos investigadores descubrieron esto usando los resultados de otros investigadores y clínicos de todo el mundo, ya que se ha demostrado una y otra vez que la alimentación de origen exclusivamente vegetal revierte o previene las enfermedades crónicas que, según se cree, son activadas por un alto consumo de proteínas de origen animal. [14]

Hasta aquí el artículo que continuaremos más adelante, conforme vayamos obteniendo más datos, espero sea de su agrado.

Notas, Referencias:
[1] Vaarala, O., et al. «Cow’s milk formula feeding induces primary immunization to insulin in infants at genetic risk for Type-1 diabetes». Diabetes, 1999, 48: 1389-1394
[2] LaPorte, R. E., Tajima, N., Akerblom, H. K., et al. «Geographic differences in the risk of insulindependent diabetes mellitus: the importance of registries». Diabetes Care, 1985, 8 (suppl. 1): 101-107.
[3] Pérez-Bravo, F., Carrasco, E., Gutiérrez-López, et al. «Genetic predisposition and environmental factors leading to the development of insulin-dependent diabetes mellitus in Chilean children». J Mol Med, 1996, 74: 105-109.
[4] Kostraba, H. N., Cruickshanks, K. J., Lawler-Heavner, J., et al. «Early exposure to cow’s milk and solid foods in infancy, genetic predisposition, and risk of IDDM». Diabetes, 1993, 42: 288-295.
[5] LaPorte, Tajima, Akerblom, et al. “Geographic differences in the risk of insulin-dependent diabetes mellitus».
[6] «American Gastroenterological Association medical position statement: Guidelines for the evaluation of food allergies». Gastroenterology, 2001, 120: 1023-1025.
[7] National Digestive Diseases Information Clearinghouse. «Lactose intolerance». National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases, marzo de 2003.
[8] Taylor, C. «Got milk (intolerance)? Digestive malady affects 30-50 million». The Clarion-Ledger, 1 de agosto de 2003.
[9] «Cow’s milk protein may play role in mental disorders». Reuters Health, 1 de abril de 1999.
[10] Carrell, S. «Milk causes serious illness for 7M Britons. Scientists say undetected lactose intolerance is to blame for chronic fatigue, arthritis and bowel problems». The Independent, 22 de junio de 2003.
[11] Lewinnek, G. E., Kelsey, J., White, A. A. III, et al. «The significance and a comparative analysis of the epidemiology of hip fractures». Clin Ortho Rel Res, 1980, 152: 35-43.
[12] Recker, R. R. y Heaney, R P. «The effect of milk supplements on calcium metabolism, bone metabolism and calcium balance». Am J Clin Nutr, 1985, 41: 254-263.
[13] Patterson, C. R. «Calcium requirements in man: A critical review». Postgraduate Medical Journal 54 (abril de 1978): 244-248.
[14] Campbell, T. C. The China Study. Dallas: Benbella Books, 2004, p. 7.

jueves, 2 de marzo de 2017

Estudiando la Diabetes desde el punto de vista de un diabético.

Hola amigos ante la falta de resultados en cuanto al manejo de la diabetes por parte de la medicina tradicional , hoy día 25/2/2017 viendo que su método en 5 años no ha evolucionado para nada quiero intentar poner orden en esta descompensación acaecida en el control de la diabetes, todos estamos muy mal según sus criterios, pero la siguiente citación “venga usted después de 6 meses” de verdad que es para alucinar, orientación en la diabetes ninguna, solo tome esta pastilla o la otra , te cargan de pastillas te aseguran que vivirás más años, resulta que los estudios que hay en especial sobre las pastillas para reducir el colesterol, sobre 500 personas que estudiaron, unos tratados con estatinas y otros no, resulto que los que más infartos al corazón fueron aquellos que tomaban estatinas, y aunque si es cierto que los que las tomaban vivieron más ,en un cómputo total de 1 persona de los 500 que tan solo lograron que viviera más por 13 días, y ahora yo me pregunto ¿Es necesario llevar tal sacrificio, vivir malamente por el dolor muscular que te ocasiona este medicamento, puede subirte el azúcar como está demostrado e incluso puede afectar a la memoria del sujeto que las toma, tan solo por vivir 13 días más? 




Lo que yo veo es poco beneficio para muchos efectos secundarios, sinceramente no merece la pena.
La pena de esta falta de estudios en las diabetes es que quien quiere llevarla no es una persona diabética y por tanto no sabe lo que nosotros los diabéticos pasamos el día a día, te dan pastillas para la tensión arterial , que suele venir acompañada por otra para expulsar líquidos, la ya famosa pastilla del colesterol(Estatinas) ,Sintron son tantas que seguro me dejo alguna en el camino, ya que solo he visto bajar los niveles y digo en todo cuando he dejado de tomar todas estas pastillas y os puedo asegurar que hoy por hoy puedo hacer cosas que con las pastillas me era imposible hacer, lo mismos  dolores que tenía en los gemelos y que no me permitían andar, hasta el punto que si seguía tomando ese veneno hubiera acabado en una silla de ruedas, no era capaz de hacer 10 minutos seguidos andando y con muchísimos dolores sin pararme a sentarme.


Los médicos te acojonan hasta el punto de decirte si dejas de tomar esta pastilla te vas a morir, nada más lejos de la realidad dejar de tomarla y empezar a sentirme bien.
La única razón que de verdad te va a equilibrar la diabetes es ejercicio y dieta, si en el fondo es lo que vienen a decirte los médicos ¿por qué te atiborran de pastillas que te hacen más mal que bien?.
Quiero pensar bien que no lo hacen por hacerte daño, pero la verdad es que te lo hacen solo hay que ver que la tercera causa de muertes mundiales es por el efecto de las pastillas.
Si le dices al médico que te niegas a tomar la pastilla porque estás viendo que algo te está sentando mal , entonces parece que dudas de ellos y se incomodan ,es decir que si te duele algo ,no lo sientes el está dentro de tu organismo para adivinar lo que realmente te pase o nó.
Así que  la pregunta del médico ¿Toma usted la medicación? SI SEÑOR Faltaría MAS, ya que de otra manera se enfadan, no son capaces de reconocer que algo están haciendo mal, ellos ven los análisis y ven que has mejorado y dicen “muy bien estas tomando las medicaciones”, ni se te ocurra decirles que hace 2 meses que ya no tomas ninguna y que por ello se nota la mejoría, hay que tratarlos como niños y decirles que sí.
Ahora amigos el tomar estas decisiones no hay que hacerlas porque sí porque la enfermedad sigue estando ahí, si dejas de tomar las químicas has de compensar y tratar de curar con lo natural que te ofrece la naturaleza, debes de enterarte bien el efecto que hace cada pastilla de las que te recetó el médico y buscar dentro de las plantas medicinales, aquellas que hagan lo mismo que las químicas, en algo vas a ganar que ya te lo digo yo, las plantas no tienen efectos secundarios y si los tuvieran son menos más dañinos que la pastilla química, lo que no debes hacer nunca es tomar la mezcla de la química con lo natural ya que sería peor el remedio que la enfermedad.
Hay que procurar llevar una alimentación adecuada y ejercicio al menos 3 días a la semana.

Otra de las cosas que te dicen si eres diabético es que esta enfermedad no tiene cura. 
Que te guste o no es para toda la vida y que tendrás que tomar los medicamentos por toda la vida ¿quién hay detrás de esto?, me huele que tras estas afirmaciones están los únicos que ganan con ello, las Multinacionales Farmacéuticas.
Pues bien aparte de los muchos que se han curado de la diabetes, que viven y muy felices sin ir más lejos la clínica Quirón, dice tener el remedio para la diabetes. http://www.doctorsolano.com/cirugia-diabetesgclid=CPGZuZ3YtdICFRONGwodsmQCTA
Estamos hablando de Diabetes tipo 2 el doctor Resa  nos dice que también puede curarse  https://www.doctorresa.com/
Y como estas dos grandes clínicas en España hay otras de médicos que se salieron y se independizaron, no querían seguir engañando a la gente.
Cada vez más parece que la única verdadera enfermedad es la de creer en la medicina farmacéutica. Es como una especie de locura. Pensar que un producto químico sintético puede resolver todos tus problemas y poner tu vida en perfecto orden como aquellos actores que se muestra en los anuncios de televisión de las farmacéuticas.
La medicina moderna es un engaño. La ciencia ha sido abandonada para su comercialización. La seguridad se ha tirado por la ventana y ha sido reemplazado con potenciales ganancias - ganancias que van a parar a las arcas de la élite.
Según un profesor farmacología de la Universidad de Copenhague, la industria esconde que los fármacos son la tercera causa de muerte del mundo.
 En el libro que publica compara a las farmacéuticas con el crimen organizado.
 Se cifra en 197.000 los muertos al año en Europa por culpa de los fármacos.
En España, el 95% de la formación de médicos depende de esta industria.
 Es el tercer sector de la economía, tras el armamento y el narcotráfico.
Mirando los hechos que promocionan las farmacéuticas destacamos

El 90 por ciento de todas las enfermedades (cáncer, diabetes, depresión, enfermedades del corazón, etc.) son fácilmente prevenibles a través de la dieta, la alimentación, la luz solar y el ejercicio. Ninguna de estas soluciones son promovidas nunca porque no generan ningún dinero.
Casi todo el consumo de productos farmacéuticos de hoy es un resultado directo de la comercialización al público y sobornan clandestinamente a los médicos para que escriban más prescripciones. Existe muy poco consumo de medicamentos basado en el mérito científico.
No hay productos farmacéuticos que en realidad curen o resuelvan las causas subyacentes de la enfermedad. Incluso los "exitosos" medicamentos sólo controlan los síntomas, generalmente a expensas de interferir con otras funciones fisiológicas que provocan efectos secundarios en el proceso. No hay ninguna cosa tal como un medicamento sin efectos secundarios.
No existe ningún incentivo financiero para nadie en el sistema médico actual (compañías farmacéuticas, hospitales, médicos, etc.) para hacer que realmente las personas estén bien. Los beneficios se encuentran en la continua enfermedad, no el bienestar o la prevención.
Prácticamente todos los programas de "prevención" que vemos hoy en día (como las mamografías gratuitas u otros programas de detección) son poco más que planes hábilmente disfrazados de reclutamiento de pacientes. Utilizan detección gratuita para asustar a la gente para aceptar tratamientos costosos y a menudo innecesarios que enriquecen a las compañías farmacéuticas. Las mamografía de cáncer de mama es una completa estafa: las máquinas realmente causan cáncer!
Los médicos no saben casi nada acerca de nutrición y todavía no les enseñan nutrición en las escuelas de medicina. Esperar que un médico te enseñe acerca de cómo prevenir la enfermedad es algo parecido a esperando que un mecánico de automóviles te muestre cómo realizar una cirugía cerebral. Aunque hay algunas excepciones (médicos que ellos mismos han aprendido nutrición), la mayoría de los médicos siguen siendo analfabetos nutricionalmente ya que no tienen ninguna familiaridad con los medicamentos basados en plantas naturales encontrados en las frutas y verduras.
Nadie tiene ningún interés en tu salud excepto tú mismo. Ninguna corporación, ningún médico y ningún gobierno tienen algún deseo de que estés realmente bien. De hecho ellos te mantienen enfermo para que les seas más fácil de controlar y explotar económicamente. Los individuos sanos y conscientes son percibidos como una amenaza a las instituciones tiránicas de los poderes facticos, y han descubierto que la mejor manera de mantener a una nación controlada y sometida es medicarlas en todo y mantener al pueblo en un estado constante de niebla cerebral con fluoruro y diversos químicos. Los únicos individuos que son sanos, conscientes, de pensamiento crítico son los que están 100% libres de productos farmacéuticos y de alimentos procesados (y no ven nada de televisión).


Al menos 523 tipos de antibióticos, anticonceptivos, tratamientos contra la disfunción eréctil, la osteoporosis, el colesterol, la diabetes, el cáncer o el sida son objeto de falsificación. Uno de cada tres medicamentos vendidos en Asia, África y América Latina son falsos y muchos contienen tóxicos potencialmente letales. Los expertos advierten: este tráfico es más rentable que el de los estupefacientes y no implica muchos riesgos ni sanciones penales de consideración, por lo cual las mafias podrían lanzarse a su producción y venta.
Mil dólares invertidos en la ‘farmacéutica pirata’ pueden rendir hasta 500 mil dólares, mientras que aquella cantidad invertida en el tráfico de heroína ‘sólo’ genera 20 mil dólares de ganancias”, advierte Bernard Leroy, director del Instituto de Investigación sobre Falsificación de Medicamentos (IRACM, por sus siglas en francés).
¿Estamos realmente seguros que lo que tomamos nos va a aliviar o simplemente estamos siendo víctimas de un fraude?.

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